Ubicado en un enclave estratégico, colindante con el mercado de la Boquería y a escasos metros de Las Ramblas. Es la historia de un proyecto en el que hubo numerosos retos, tanto arquitectónicos como urbanísticos, y cuya construcción supuso una mejora sustancial para el entorno.

Desde el principio, el objetivo en este proyecto fue maximizar la superficie del inmueble y superar la estrechez de la calle Morera, calle a la que daba la mayor parte de la fachada del edificio. Para ello, se tramitó un Plan de Mejora Urbana mediante el cual se cedió parte del solar para ensanchar la calle Morera. A cambio, ganamos edificabilidad, y pudimos construir una planta adicional del edificio.

Y de la calle Morera a la calle Petxina. Abrimos la parte de atrás del edificio que daba a esta calle para dotar al hotel de una tercera fachada. Cuando la calle Petxina esté completamente abierta se convertirá en un acceso directo hacia Las Ramblas, lo cual será muy beneficioso para la zona.

Actualmente sólo queda un edificio más que bloquea la calle y que pertenece al Ayuntamiento. Pero con nuestra actuación, hemos avanzado claramente hacia ese objetivo.

Espacio, espacio, espacio. Esa era la obsesión de nuestro arquitecto, Carlos Ferrán, quien nos sorprendió con una brillante propuesta: reducir el patio de manzana al mínimo requerido y sacar parte de ese espacio a la fachada.

Retranqueamos la fachada de la calle Hospital y ganamos espacio entre edificios. Teníamos un hotel cuyo espacio no podía estar mejor aprovechado. Todo este trabajo, junto con el hecho de ser un inmueble de obra nueva, lo convierte en un hotel 100% eficiente.

Entorno y espacio interior. Ciudadanos de Barcelona y clientes del hotel. Todos han ganado en un proyecto complejo pero altamente satisfactorio.